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En la era de la información es muy natural que aquellas personas que quieren vender un piso piensen que pueden hacerlo ellas mismas, prescindiendo de la ayuda de un profesional inmobiliario. Creen que podrán hacerlo ellos mismos, sin necesidad de contar con un experto que les asesore y trabaje de manera exclusiva en la gestión de la venta de su piso.

Ahí entra en juego la decisión personal del que quiere vender. Entonces, ¿es mejor vender una vivienda por cuenta propia o a través de una inmobiliaria? Es cierto que vendiendo a través de una agencia inmobiliaria, hay que abonar necesariamente unos honorarios o un porcentaje de la venta. Vendiendo por cuenta propia uno se puede ahorrar un dinero, pero la gestión de la venta se vuelve automáticamente más compleja.

Y hay ciertos errores que no se pueden cometer. ¿Sabes cuáles?

1. No limpiar ni ordenar la vivienda antes de hacer fotos

Es un error garrafal, que no deberías cometer en ningún caso. Las fotos que subas de la vivienda tienen que mostrar un piso agradable y bonito, en el que el futuro comprador piense que se sentirá como en casa. Si la vivienda está sucia y desordenada es muy probable que sea descartada de buenas a primeras y sin una verdadera razón de peso.

2. No despersonalizar el piso y adecuar la decoración

Las fotos, la decoración y cualquier otro objeto de índole personal imprimen mucho carácter a la vivienda y no ayudan, en absoluto, a que los futuros compradores se vean viviendo allí. Antes de hacer una buena sesión de fotos hay que retirar todos estos objetos y añadir decoración más impersonal, como flores, un bol de fruta fresca, etcetera.

3. No hacer buenas fotos

Pensar que cualquier foto servirá para vender un piso es un error muy común en vendedores inexpertos. Las fotos deben ser de calidad y una inmobiliaria puede ofrecerte la inestimable ayuda de un profesional experto en fotografía inmobiliaria. Hay que cuidar la iluminación y el ángulo de las capturas

4. No arreglar los pequeños desperfectos

No es necesario hacer grandes reformas o meterse en obras. En realidad, basta con dejar el piso más o menos bien. Por eso es recomendable invertir un poco en arreglar aquellos pequeños desperfectos que puedan mermar el precio de la vivienda: desconchones en la pared, persianas rotas, azulejos partidos, etcétera. Una mano de pintura tampoco le irá mal para dejar la vivienda en perfecto estado de revista.

5. Poner un precio demasiado elevado

Es lógico que como vendedor quieras sacar la máxima rentabilidad de la vivienda, pero no siempre es posible. Antes de poner la vivienda a la venta es conveniente realizar un estudio exhaustivo sobre el precio de la vivienda en España y, por supuesto, en la misma zona en la que estás vendiendo. Ajustar bien el precio es el primer paso para tener éxito en la operación de venta.

6. Negarse a negociar el precio de la vivienda

La oferta de vivienda es amplia y negarse a negociar el precio de la vivienda no es una buena decisión si lo que queremos es vender rápido. A veces una pequeña bajada puede convencer al comprador, de modo que conviene estar abierto a la negociación.

7. No cuidar las características del anuncio

El anuncio para vender un piso perfecto existe y tú puedes crearlo. Bastará con que selecciones unas buenas imágenes y que te esmeres en el redactado. La descripción de la vivienda tiene muchísima importancia, porque de ella depende que los futuros compradores sientan que ese piso pueda merecer la pena.

8. No tener preparada la documentación para vender

Puede parecer que basta con poner un anuncio para vender una vivienda. Sin embargo, hay que hacer un montón de trámites que conviene agilizar antes de cerrar el trato. El certificado de eficiencia energética es un buen ejemplo, pero también hay que contar con las escrituras de la vivienda, la inscripción en el Registro de la Propiedad o el manual de la vivienda, documentos que los futuros compradores pedirán más pronto que tarde.

9. No haber hecho un estudio de mercado antes

Ya te hemos indicado cómo de importante es ajustar correctamente el precio del inmueble. Por eso es fundamental hacer un estudio de mercado que te permita comprender cuál es la situación actual del mercado inmobiliario, el precio de las viviendas en la misma zona o barrio, etcétera. Si tienes dudas, lo mejor será contactar con un profesional inmobiliario que pueda ayudarte a gestionar la venta con la máxima agilidad y rentabilidad.

10. No tener en cuenta los gastos de venta

Si vas a vender tu casa, también tendrás que asumir una serie de gastos. ¿Sabes cuáles son? Como vendedor tendrás que hacer frente a los gastos de notaría, del Registro de la Propiedad, IRPF y plusvalía municipal, entre otros.

Como ves, la venta de un inmueble no es coser y cantar. Se trata de un proceso lento, para el que hay que estar preparados y ser pacientes.

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