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Una hipoteca abierta sin límite de cuantía es un tipo de préstamo que te permite disponer del dinero que vas devolviendo a medida que pasa el tiempo. Se trata de una opción muy útil en algunos casos, aunque también presenta una serie de riesgos que conviene conocer antes de contratarla. Si quieres saber más sobre este tipo de hipotecas sigue leyendo y te contamos todo lo que necesitas saber al respecto.

¿Qué es una hipoteca abierta?

Una hipoteca abierta funciona de forma algo diferente a las hipotecas al uso. Las hipotecas abiertas permiten solicitar disposiciones de dinero. Las disposiciones de dinero consisten en pedir al banco que nos dé más dinero. Ese dinero se obtiene del dinero que ya devuelto previamente, que se nos vuelve a dar para poder hacer frente a los gastos que queramos.

¿Cómo funciona una hipoteca abierta?

A grandes rasgos, el funcionamiento de una hipoteca abierta consiste en que permite al cliente pedir más dinero mediante disposiciones adicionales. Estas disposiciones adicionales se devolverán como préstamos separados (con sus propias cuotas e intereses).

Sin embargo, la mejor forma de entender cómo funcionan este tipo de préstamos es mediante un ejemplo de hipoteca abierta como el que tienes a continuación.

Ejemplo de hipoteca abierta

Imagina que tenemos contratada una hipoteca abierta por valor de 50.000 euros a un plazo de 30 años. Pasados los primeros años hemos devuelto 20.000 euros, y nos quedan por devolver 30.000 euros más. Al tratarse de una hipoteca abierta, podríamos solicitar una disposición de dinero de hasta 20.000 euros (que es el dinero que ya hemos devuelto).

En este caso, podríamos solicitar la disposición del dinero que necesitemos (siempre que no supere la cantidad del dinero ya devuelto). Tras hacer un pequeño estudio de viabilidad, si el banco nos concede la disposición, entonces tendríamos que pagar dos cuotas diferentes:

  1. La cuota normal de la hipoteca, correspondiente a los 30.000 euros del préstamo inicial que todavía debemos al banco.
  2. La cuota correspondiente al préstamo que representa la disposición.

De esta forma, una hipoteca abierta nos permite tener acceso a nueva financiación sin necesidad de tener que pedir una hipoteca nueva o tener que solicitar un crédito personal.

¿Qué quiere decir sin límite de cuantía?

Una hipoteca abierta sin límite de cuantía, o hipoteca abierta sin límite de pago,  es un tipo de hipoteca abierta con unas características concretas que la hacen mucho más flexible que otras del mismo tipo.

En concreto, una hipoteca abierta sin límite de cuantía permite modificar las condiciones iniciales del préstamo. ¿Esto qué implica?

  • Que se puede pedir una ampliación del capital de la hipoteca: es decir, aumentar el dinero total que el banco nos presta, lo que se hace aumentando la cantidad inicial y sin que sea necesario limitarse a pedir el dinero ya devuelto con anterioridad. Por ejemplo, si tenemos una hipoteca de 50.000 euros, podemos pedir una ampliación de la hipoteca para que sea de más dinero (60.000, 70.000, etc.).
  • Que se puede pedir una ampliación del plazo de amortización: esto quiere decir que podemos alargar el número de años en los que tenemos que devolver el préstamo. Por ejemplo, si tenemos una hipoteca a 20 años, podríamos ampliarla a 25, 30, etc.

De esta forma, una hipoteca abierta sin límite de cuantía no se limita a las condiciones iniciales que firmamos al pedir la hipoteca, sino que permite modificar estas condiciones para adaptarse con mayor facilidad a las necesidades futuras.

Ventajas y desventajas de las hipotecas abiertas

La principal ventaja de las hipotecas abiertas (incluidas las hipotecas sin límite de pago) es que permiten al cliente tener acceso a más financiación sin necesidad de tener que solicitar una hipoteca nueva o un crédito personal. Por ello, se trata de una forma de financiación más barata.

Sin embargo, la principal desventaja de las hipotecas abiertas es que, si no se utilizan con conciencia, pueden terminar implicando un sobreendeudamiento muy elevado. Al solicitar disposiciones de dinero o ampliaciones de la hipoteca, el cliente debe asumir nuevos gastos adicionales (derivados tanto del nuevo capital prestado como de sus correspondientes intereses).

En el caso de que no se pueda hacer frente a todos estos casos y se haya impagos, el banco podrá iniciar los trámites correspondientes para realizar la ejecución hipotecaria. Es decir, el proceso que termina con el embargo de la casa. Además, si la deuda contraída es superior al precio de la vivienda, el banco podría solicitar que dicha deuda sea solventada con el resto del patrimonio del titular de la hipoteca.

¿Cuándo es recomendable contratar una hipoteca abierta?

La hipoteca abierta es un producto hipotecario que tiene sus pros y contras. Sin embargo, no es un tipo de hipoteca que se recomiende a todo el mundo.

En general, se puede decir que es recomendable contratar una hipoteca de estas características cuando estamos bastante seguros de que vamos a necesitar contar con financiación adicional en el futuro. Por ejemplo, si compramos una vivienda que vamos a querer reformar pasados unos años después de la compra.

redacción: Idealista