Sin duda la gran protagonista del año en el sector residencial va a ser la primera vivienda, a un lado han quedado las segundas residencias y la compra de extranjeros; sin embargo, y pese o por el Covid, la vivienda habitual ha mantenido la demanda. La pandemia ha acelerado el fin de un ciclo expansivo que venía dando síntomas de desaceleración desde finales de 2019. La inversión inmobiliaria ha sufrido una reducción significativa en los volúmenes de contratación, con especial impacto en los sectores vinculados al turismo y al con- sumo. Pero, sin embargo, la vivienda sigue siendo el foco de todos los inverso- res. Veremos diferentes velocidades de recuperación, ante una previsible crisis de demanda por falta de solvencia y un posible endurecimiento en las condiciones de financiación. Incertidumbre y prudencia van a ser dos de las palabras que van a definir el sector residencial en 2021.
Heterogeneidad como nota predominante y comportamientos asimétricos con un mercado residencial de vivienda usada que tendrá mayor corrección que el de obra nueva, que a su vez ralentizará la puesta en mar- cha de nuevos proyectos. Concretamente en residencial, el reto será incrementar la oferta de vivienda en alquiler para facilitar el acceso a precios asequibles, impulsar la colaboración público-privada para po- ner en carga suelos de titularidad pública, disponer de un marco regulatorio claro, estable y equilibrado que aporte seguridad jurídica y con- fianza en los inversores, así como una apuesta firme por la creación de un parque público de vivienda social en alquiler para dar cobertura a familias vulnerables. El suelo, la materia prima del promotor, está claro que es uno de los principales retos: liberalización y producción de suelo. También, será fundamental la generación de empleo. Los expertos del sector tienen claro que el sector inmobiliario está llamado a ser una de las locomotoras de la recuperación económica local y del con- junto de la economía española.
En el 2021 el alquiler será el producto estrella, sin dejar de mirar a las primeras promociones procedentes del build to rent (BTR) en donde todos los inversores están entrando porque es un negocio en España que acaba de empezar con unos activos muy interesantes por la rentabilidad que te ofrecen las rentas. El reto del alquiler está en seguir apostando por la seguridad jurídica, necesaria para propietarios e inquilinos. Además, son necesarias unas reglas de juego que atraigan inversión.
Está claro que el sector tienen muchos retos por delante para este año 2021 en el que vivimos una situación excepcional derivada de la pandemia por el Covid, pero el sector ha demostrado que es fuerte, profesional y está preparado gracias a una intensiva profesionalización para afrontar el año con optimismo.