Las casas modulares tienen cada vez más éxito gracias a su facilidad de ensamblaje y transporte. Las llevamos viendo tiempo, pero hay una empresa de Chicago que podría haber dado con una fórmula innovadora para darles el empujón final que necesitaban. Porque no solo se encarga de construirlas, sino de apilarlas en pequeños rascacielos con los que ahorra tiempo y costes.
Hablamos de Skender, una constructora estadounidense con más de 60 años de antigüedad y 600 trabajadores, que ahora promete innovar en uno de los campos más atractivos de la industria. Es más, asegura estar revolucionando la manera de edificar. Y lo está haciendo mediante la arquitectura modular, a la que califica como “el futuro”. “Construyamos sin límites”, es uno de sus lemas. Y parece que lo están llevando a cabo.
En definitiva, lo que ellos proponen es una fábrica de apartamentos modulares, pero que se puedan colocar en plantas. Según la información que han publicado, el proceso modular que llevan a cabo para construir apartamentos combina técnicas avanzadas de fabricación con mucha creatividad. Estos módulos se construyen en una fábrica y se llevan al solar del edificio, donde se apilan y se ensamblan.
Torres de hasta 12 pisos
Se prevé que la primera promoción de apartamentos esté lista para esta primavera. Será un edificio de 110 apartamentos o unidades, que estará cerca de West Loop, un barrio de Chicago que se ha gentrificado en los últimos años. Las casas, además, estarán ya equipadas con cocina, y con el suelo y la pintura aplicados.
Estos módulos han sido fabricados en una planta que emplea a 100 personas en la misma ciudad en la que se va a realizar su instalación. Para apilarlos y ensamblarlos, se encajarán en un armazón de acero que también fabrican ellos, en el que se encuentran las escaleras y los huecos de los ascensores. Por el momento, se pueden construir edificios de hasta 12 pisos, y la compañía espera que en el futuro sean más altos.
Skender defiende que sus edificios prefabricados se parecen a los construidos de la forma tradicional, pero con otros estándares y tecnología, buscando el mínimo gasto y la mayor eficiencia energética. “Más rápido, más rentable e inigualable en calidad”, lo resumen ellos. Pero además de fabricarlos en sus instalaciones, la compañía da la posibilidad de hacerlo en el sitio en el que está planeado que el edificio se instale. También, trabajar en una “combinación híbrida”, con dos formas de edificarlo.
Un equipo de trabajo conjunto
Skender ve sus productos como una nueva oportunidad en la construcción de edificios, apartamentos y sus interiores, pero también cree que pueden tener opciones en edificios sanitarios y de usos múltiples. Para ellos, su principal diferencia con otras construcciones modulares es que también tratan el diseño interno del módulo, y lo hacen a la vez que el resto de la composición. Mark Skender, CEO de la empresa, explicaque quieren alejarse así de la arquitectura tradicional, donde alguien solicita un arquitecto, un ingeniero y un contratista; este último, a su vez, puede encargar trabajos a subcontratas. Esta forma de operar hace que haya problemas de comunicación, retrasos en la entrega y sobrecostes.
“Lo que estamos buscando hacer”, explica Skender, “es: ‘Aquí está el edificio, con sus características y sus beneficios, y lo entregaremos para equis’. Es una mentalidad basada en un producto que cambia el paradigma”. De acuerdo a sus cálculos, los costes de construcción se reducirían en un 15% y la edificación sería un 50% más rápida.Pero además, están trabajando con las autoridades locales para que acepten algunos diseños predeterminados y con ello ahorren aún más tiempo en la gestión de permisos y en la construcción. De este modo, un cliente podría, por ejemplo, acudir a ellos para un apartamento y, si le gusta uno de los diseños ya aprobados, agilizar el comienzo del trabajo.
Para los diseños del edificio hacen modelos 3D en los que detallan estructura, fachada o acabados, con el fin de que el producto final sea “elegante” y “customizable por completo”, según apunta. Ellos calculan que en tan solo dos semanas pueden entregar una estimación de cuál será el concepto.
Google Home, termostatos… y olores por todo el apartamento
Mientras esperamos que llegue la primavera y con ella el primer edificio instalado por esta compañía en Chicago, el prototipo mostrado nos da una idea de lo que serán esta primera edificación y los futuros proyectos. De acuerdo al equipo, se trata de un apartamento de un solo dormitorio que funciona con los altavoces Google Home, los termostatos Nest y los controles de luces y cortinas de la marca Lutron. La vivienda cuenta incluso con un dispensador de fragancias. En el caso de módulos destinados a profesionales de la salud (están pensando en habitaciones de hospital), tendrán toda la tecnología ya instalada para poder atender a los pacientes de forma eficaz.
Por las imágenes, los apartamentos tienen un estilo sumamente moderno, con toques futuristas. Es tal la apuesta por el diseño que en 2018 la empresa contrató hasta a 10 diseñadores para hacer este trabajo, comandados por un arquitecto y aportando ideas junto a los contratistas. Y para evitar fracasos empresariales, cuentan con el asesoramiento de consultores sobre arquitectura e ingeniería modular. Tim Swanson, arquitecto de Skender, compara este proceso de trabajo con el que ya se realiza en otras industrias, como la tecnológica, en la que trabajan juntos diseñadores de ‘hardware’ y ‘software’.
El coste de cada edificio o apartamento modular dependerá de factores como el tamaño o la ubicación del mismo, así como de los empleados que trabajen en él. En el primer prototipo, el coste fue de entre 275 y 300 dólares (243 y 265 euros) por pie cuadrado (equivalente a 0,1 metros cuadrados), y se calculó que el precio estaría en 250 dólares (221 euros) por pie cuadrado cuando se tratara de un edificio con varios apartamentos.
La compañía asegura estar trabajando en otros diez proyectos, además del primero en Chicago, sobre los cuales no han querido aportar más detalles. No obstante, con la información que ya han hecho pública podemos pensar que el futuro es prometedor. Eso sí, ahora solo queda que se cumpla.
Fuente: Idealista